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Indemnización con seguro a terceros ¿cómo funciona?
Tras sufrir un accidente de tráfico ¿en qué influye tener el seguro a terceros para cobrar la indemnización? ¿afecta a los daños del coche o a los ocupantes?
Con relativa frecuencia acuden a nuestro despacho personas que han sufrido un accidente de tráfico y que nos muestran tener una importante confusión sobre las coberturas que incluye un seguro a terceros. Así, nos preguntan si el conductor puede cobrar la indemnización por lesiones, si los ocupantes tienen derecho a acudir a rehabilitación, etc.
Para intentar deshacer los equívocos, pues, hoy vamos a tratar de la indemnización con seguro a terceros.
Nivel 0: describiendo la póliza de seguros
El error más habitual que sufrimos a la hora de comprender en qué consiste nuestra póliza de seguros del coche o moto es que tendemos a pensar que ésta es como un todo, un organismo compacto e indivisible que como mucho permite dos variantes (seguro a terceros y a todo riesgo). Es como si se tratara de una televisión de plasma (con sus variantes de pantalla plana o curva), un objeto ya elaborado y metido en una caja que no podemos alterar.
Pero nada más lejos de la realidad. En el fondo la póliza de seguros de nuestro auto es como el menú de un restaurante: nos ofrece una serie de opciones y nosotros escogemos las que nos apetece.
El menú de los seguros
Este menú de opciones es lo que se conoce como condiciones generales de la póliza. Es ese libro que a veces nos entregan cuando contratamos el seguro y que guardamos en la guantera del coche sin leer. En el mismo están contenidas todas las coberturas que podemos contratar, y que en esencia suelen ser éstas:
- Cobertura de responsabilidad civil: En base a la misma, nuestra aseguradora cubrirá todos los daños que efectuemos a un tercero a raíz de un accidente producido por nuestra culpa. Y aquí se entiende por «tercero» cualquier otro vehículo, un peatón que atropellemos, una señal de tráfico que nos llevemos por delante o nuestros propios ocupantes si resultan con lesiones.
- Cobertura de ocupantes: No lo hemos de confundir con el de responsabilidad civil. En función de este seguro, nuestra compañía asumirá los costes de la rehabilitación y curación de los ocupantes. Aquí da igual que el conductor de dicho vehículo tenga la culpa o no del siniestro, ya que esta cobertura no depende de la responsabilidad civil.
- Cobertura de reclamación y defensa: Aquí se incluyen todos los gastos en que se deba incurrir para reclamar nuestros daños a otra aseguradora, tanto si dicha reclamación es amistosa o judicial, como aquéllos necesarios para defendernos si alguien nos reclama o demanda por un siniestro. Dentro de este apartado está por ejemplo la libre designa de abogado, o el pago de multas.
- Lunas, robo…: Estas coberturas suelen ir desgajadas de la de daños propios que analizaremos a continuación. Si las tenemos contratadas, nuestra aseguradora nos reembolsará el importe de las lunas rotas o los daños producidos por un robo (incluida la indemnización por pérdida si el vehículo no aparece o queda inservible)
- Daños propios: La contratación o no de esta cobertura es lo que hace que un seguro se denomine respectivamente seguro a todo riesgo o seguro a terceros. Si la tenemos concertada, nuestra aseguradora nos pagará los daños que sufra nuestro vehículo en caso de que suframos un accidente sin que exista culpa de un contrario. Se denomina a todo riesgo un seguro que la incluya porque siempre se nos indemnizará por los daños del coche o moto con independencia de la dinámica del accidente de tráfico.
La elección del asegurado
Cuando contratamos una póliza de seguros, como digo, lo que hacemos es realidad es confeccionar nuestro propio seguro escogiendo o rechazando las coberturas que les indico y unas cuantas más que vienen incluidas dentro del libro de condiciones generales. Esta selección es la que incide en el precio final del seguro y viene reflejada en las condiciones particulares de la póliza, que son esas tres o cuatro hojas grapadas que acompañan al recibo y que en ocasiones nos hace firmar nuestro agente o corredor.
Hay una cobertura que se ha de contratar siempre, que es la de responsabilidad civil, ya que en caso contrario nuestro seguro no sería apto para circular. El resto de coberturas son opcionales, y van mejorando ésta (lo que en la calle se conoce como un «seguro pelado» o un seguro «quita multas»), incluyendo posibilidades de siniestro que podemos sufrir.
En muchas ocasiones es nuestro propio agente de seguros el que, a fin de no atribularnos demasiado con las diferentes opciones que podemos escoger, opta por ponérnoslo fácil: «¿Quieres un terceros básico, con lunas y robo o un todo riesgo?». Esta fórmula simplificada en que se nos vende el seguro es la que hace que tengamos la percepción a la que nos referíamos antes.
Volviendo al inicio: la indemnización con seguro a terceros
Volvamos a plantearnos ahora esas preguntas iniciales sabiendo lo que sabemos ahora:
- Si tengo un seguro a terceros, ¿mis ocupantes podrán ser atendidos en un hospital en caso de sufrir lesiones?: No tiene que ver si su seguro incluye daños propios o no con que sus ocupantes tengan derecho a atención sanitaria con cargo a su aseguradora. Esto dependerá de si ha contratado la cobertura de ocupantes.
- Como conductor de mi coche, sufrí un accidente de tráfico y resulté con lesiones. ¿Tengo derecho a cobrar la indemnización si mi vehículo está asegurado a terceros?: En la línea de la anterior respuesta, si la culpa es de un contrario y tiene usted contratada la cobertura de reclamación, podrá cobrarla. Es más, si no tuviera concertada dicha garantía, nada obsta a que usted contrate por su cuenta a un abogado para que le reclame los daños.
- ¿Pueden cobrar la indemización los ocupantes si el coche está asegurado a terceros, incluso si la culpa del accidente de tráfico es del propio conductor?: Como a estas alturas ya habrán determinado, no tiene nada que ver que el coche esté asegurado a terceros. Si la culpa es de otro conductor, nos remitimos a la respuesta anterior. Si la culpa es del conductor del automóvil en que viajaban, también tendrán derecho a una indemnización, aunque en este caso deberán contratar y pagarse ellos mismos la reclamación a través de un despacho de abogados.
Por ir acabando:la única consecuencia que tiene tener un seguro a terceros tiene que ver con los daños del propio vehículo, de tal manera que sólo tendremos derecho a que nos reparen el coche o moto si acreditamos que la culpa del accidente de tráfico es de otro conductor. Para el resto de cuestiones deberemos consultar nuestras condiciones particulares (no las generales) y ver si tenemos contratada la cobertura que queremos hacer servir.
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