Según una reciente estudio, los juzgados de Tenerife tienen el dudoso honor de ser los terceros más lentos de España. Si bien es cierto que en un estudio similar efectuado en el 2008 éramos los más lentos, y por lo tanto al menos hemos ganado dos posiciones, no deja de ser preocupante que la tramitación de un procedimiento judicial en Tenerife sea especialmente lenta respecto del resto del estado español, que ya de por sí no se caracteriza por una especial agilidad a la hora de despachar procedimientos y juicios.
Por nuestra experiencia de más de veinte años como abogados en Tenerife, podemos afirmar que ni todos los juzgados son igual de lentos, ni lo son en todas las instancias y tipos. Por ejemplo, el mismo procedimiento en los tribunales de Arona, Granadilla y Güimar puede tardar hasta tres veces más que si se tramitara (por poner los dos juzgados más ágiles) en Santa Cruz de Tenerife o la Laguna. Icod de los Vinos y la Orotava se mantendrían en este particular ranking en un término medio.
Asimismo, sin salir de Santa Cruz de Tenerife, funcionan más rápido los juzgados de instrucción que los de lo penal, que están literalmente colapsados. Por poner un ejemplo real, nuestro despacho tiene señalado para esta semana un juicio penal por unos hechos que ocurrieron hace nueve años, con las consecuencias que a nadie se le escaparán (algún testigo ya ha fallecido, otros ni se acuerdan de los hechos, el acusado ya ni está en Tenerife, etc)
No quisiera, eso sí, que esto sonara a crítica hacia jueces y funcionarios de la administración de justicia, sino hacia quien tenga facultad de dotar de medios a aquéllos. Lo que no es comprensible es que el juzgado de Arona tenga menos de una tercera parte de miembros que los de Santa Cruz, siendo aquél un partido judicial que entre ciudadanos censados y turistas cuenta con una población flotante similar a ésta. Obviamente, ante la falta de medios los temas se eternizan y el propio funcionariado adscrito a dichos juzgados a la que puede pide el traslado a otros más ágiles.
En definitiva, que si está inmerso en un juicio en Tenerife, tómeselo con calma.