Soy culpable de un accidente de tráfico, ¿y ahora?

Tengo la culpa de un accidente de tráfico, ¿qué me puede pasar?

¿Qué me puede pasar si soy culpable de un accidente de tráfico? ¿puedo hacer rehabilitación? ¿Tengo que pagar algo? Siga los consejos de este artículo:

Vale, partamos de la base de que soy culpable de un accidente de tráfico. A partir de ahí vamos a ver en este artículo en qué nos puede afectar esa culpabilidad tanto a nosotros como a los presuntos ocupantes de nuestro vehículo y a los terceros afectados. También explicaremos qué derechos tenemos en caso de tener un siniestro del cual somos responsables.

¿Qué pasa con mi coche si soy culpable de un accidente de tráfico?

Pues lamentablemente, en caso de ser responsables de un siniestro nuestro vehículo nos lo tendremos que reparar nosotros mismos, salvo que tengamos contratado un seguro a todo riesgo (con o sin franquicia), en cuyo caso nuestro seguro correrá con la reparación.

Al hilo de esto último, conviene saber que en caso de tener un seguro a todo riesto y ser considerado nuestro coche siniestro total, estaremos obligados a aceptar dicha pérdida total, perdiendo la facultad de reparar el coche y reclamar su importe que sí tendríamos en caso de que el accidente fuera culpa de un tercero. La razón es que en caso de todo riesgo y accidente con culpa la aceptación del siniestro total deriva de una cláusula del contrato que hemos firmado con nuestra aseguradora.

¿Quién paga las facturas médicas mías y de mis ocupantes si tengo la culpa del accidente de circulación?

En la mayoría de pólizas los gastos médicos y de rehabilitación tanto del conductor autorizado como de los ocupantes del vehículo vienen cubiertas por la compañía de seguros del mismo. Esta cobertura es independiente de la responsabilidad del siniestro, por lo que si soy culpable de un accidente de tráfico puedo acudir con toda tranquilidad a un centro de rehabilitación concertado con el seguro y recibir el tratamiento médico que precise, al igual que las personas que viajen conmigo en el coche.

No obstante, hay alguna aseguradora de poco nombre, normalmente de esas que aseguran motos y riesgos que ninguna otra quiere, que pueden tener limitada esta cobertura. En otros casos hay compañías de seguros que tienen un límite cuantitativo (habitualmente en torno a los 6.000 euros) para gastos médicos. Conviene, por lo tanto, echar un vistazo a nuestra póliza de seguros para evitar sustos, pero en la inmensa mayoría de casos no deberíamos tener problemas.

¿Hay alguna posibilidad de que me toque pagar algo de los daños que he causado?

En principio si soy culpable de un accidente de tráfico no debería tener nada que temer en este sentido, salvo que incurra en uno de los supuestos que a continuación desglosamos:

1. Que mi seguro tenga la cobertura de responsabilidad civil limitada y los daños ocasionados la rebasen. Esto hoy por hoy no pasa casi nunca, pero no está de más que compruebe en las condiciones particulares de su seguro que donde pone Responsabilidad Civil, al lado indique que es Ilimitada.
2. Que yo no sea el asegurado ni el conductor autorizado en póliza, y además no cumpla con los criterios mínimos que fija la póliza de seguros. En este sentido, puedo empezar a preocuparme si tengo menos de veinticinco años y/o menos de dos años de antigüedad de carnet de conducir.
3. Si incurro en alguna de las excepciones que la póliza de seguros relaciona como excluyentes de responsabilidad, como dar positivo en alcohol o drogas o en caso de existir voluntariedad en el accidente.

En estos dos últimos supuestos lo habitual (salvo quizás en caso de dolo) es que la compañía de seguros del vehículo corra con los gastos causados a terceros y a nuestros ocupantes, y luego nos repercuta a nosotros dichos gastos. En este sentido conviene advertir que esta acción de repetición suele realizarse frente al conductor culpable y frente al asegurado, si éste es distinto de aquél. En cualquier modo, consulte con un abogado de accidentes de tráfico privado para que le ponga al día de los riesgos que corre.